viernes, 21 de diciembre de 2012

La u,tuturutú.


Me gustan las palabras
con una vocal solitaria.
Como efervescente,
cábala, goloso,
tiquismiquis.
Cuando la vocal
a solas juega
es porque
se ha enfadado con sus amigas
descubriendo
que puede dar sentido
que la soledad no es mala compañía.
Tanto es así
que la a calma
la e bebe
la i dice sí
la o tiene el color del coco bajo el sol
y la u, la u tuturutú.

El arte de la gentileza


La primera lección
en la academia
de apretar las tuercas
es manejarse
en el arte de la gentileza.
Con esta lección bien aprendida
se puede empezar a doblegar
la voluntad del otro
sin recurrir al clásico mordisco
siempre doloroso y ensangrentado.
La gentileza
lubrica la tensión
relaja al oprimido
que ya desarmado
se dispone a rendirse.
Y al fin claudica
y firma.

martes, 18 de diciembre de 2012

Greguerías a las nubes


Con frecuencia la greguería es acusada de estar en la nubes. Como la acusación es cierta acaba pasando alguna temporada en prisión, compartiendo celda con palabras malsonantes, conceptos indomables e incluso con acertijos peligrosos. En la rutina carcelaria  aprovecha la salida al patio para cultivar su pasión por las nubes. Con ellas el mundo adquiere algo de esperanza, pues nada saben de patrias ni monedas. Las nubes se limitan a jugar en el cielo dibujando figuras. Cuando se cansan, se van.  Y siempre vuelven, aunque vengan disfrazadas o con amigas. A pesar de ser inocentes, nadie se ríe de ellas, por si acaso.

970- La nube es la oveja blanca de la meteorología.

971- Las nubes rojizas del atardecer avisan a los enamorados para que capturen el instante.

972- Ante el frenesí del universo la nube se precipita de vez en cuando.

973- El ala del avión acabará contando las miserias de las nubes.

974- El pintor de nubes no gasta un duro en terapeutas.

975- La nube es la bandera de todas las naciones.

976- Aquella nube gorda saltaba con su alegría en el cielo infinito.

977- Un día mi nube favorita se fue y todavía la espero.

978- Las nubes hinchadas tienden a la exageración.

979- Los extraterrestes se dan un baño en las nubes y regresan a casa.

domingo, 16 de diciembre de 2012

959- Al salir del paritorio engrosó las filas de la natalidad.


959- Al salir del paritorio engrosó las filas de la natalidad.

960- Aquel fémur solitario empezó a contar sus historias de tiempos remotos.

961- La vexitología es el conocimiento riguroso del trapo y sus circunstancias.

962- Paso a paso el bipedismo se abre camino.

963- La pobreza cuenta con el apoyo de los números negativos.

964- El eco es el juguetón del sonido.

965- La cabeza hueca también tiene derecho a un sombrerero en su vida.

966- Lo importante está compuesto de insignificancias atómicas.

967- El nómada iletrado confundió los jardines colgantes de Babilonia con un oasis más allá de las dunas.

968- El duodeno es un currante de la digestión.

969- Se cortó las venas y los glóbulos rojos aprovecharon el momento.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Playa mallorquina en agosto


El mundo es una playa mallorquina en agosto
donde la colección de carne humana es infinita.
Orgullosas barrigas germanas
negros enjutos pateando la arena
con cachibaches chinos.
Y pijas madrileñas
británicos beodos
avispados descuideros
enamorados
agitados imberbes
mallorquines tranquilos
jubilados mojando sus pies.
Todos vigilados
por el horizonte sereno
que cada verano les espera.

martes, 11 de diciembre de 2012

Greguerías a Bukowski


A la greguería le hubiera gustado conocer a Bukowski. Tienen algo en común, sobre todo cuando se colocan y empiezan a pegar puñetazos a la realidad. Al poeta no le gustaban los pijos ni las formalidades de la gente corriente. Y a la greguería, un poca soberbia y solitaria, le pasa algo parecido, pues está cansada del ritual de lo correcto y las buenas maneras. Tanto Bukowski como la greguería son juntadores de palabras que palpitan en soledad, pues recelan de los buenos chicos y huyen de los decorados lujosos de cartón piedra.  Ambos prefieren las alcantarillas de la vida, donde todo acaba.

950- El primer verso tras la resaca tiene un poso de arrepentimiento.

951- El poeta marginal es el príncipe de los suburbios.

952- Sorbo a sorbo hasta la palabra ebria.

953- Los vagabundos de Los Angeles rezan en sueños a Charles Bukowski.

954- La cerveza lubrica los versos noctámbulos.

955- Las perras borrachas de medias con agujeros se disfrazan de musas en las pensiones baratas.

956- La ordinariez puede cabalgar a lomos de la poesía.

957- Sus cenizas acabaron jugando con las ratas en las alcantarillas.

958- Las noches calurosas de vino barato se filtran en los versos de madrugada.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Greguerías a la trigonometría


En algún momento de nuestras vidas nos hemos enfrentado a la temible trigonometría. Con ella no se puede discutir porque cada argumento que presenta es perfecto. Desde su ángulo infalible la realidad de esquinas y distancias a ojo se convierte en un plano triangular donde el individuo no es nadie; con suerte un punto perdido. Así, envuelto entre senos y cosenos rotundos, el pobre humano percibe cada rincón de este planeta como un problema potencial. Esta angustiosa vivencia explica muy bien el fracaso escolar en su versión matemática del capítulo de la trigonometría de la tercera evaluación.
La greguería no es cobarde y no va a tolerar que el legado de Pitágoras le amilane. De esta manera, decide enfrentarse cara a cara a la gélida y cortante trigonometría.

943- Cuando la trigonometría aparece el ángulo se calla.

944- El navegante miraba el horizonte con aire angular.

945- Aquella rubia de la fiesta le empujó a una salida por la tangente.

946- Mientras el profesor explicaba las razones trigonométricas, la adolescente se ponía de perfil en un insinuante ángulo recto.

947- La trigonometría tuvo un arrebato poético calculando la distancia del olvido.

948- Las hormonas adolescentes se toman los triángulos isósceles con vasos de resignación.

949- Teorema tras teorema hasta la amada proporción del universo.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Greguerías a la mano.


Las manos tienen una capacidad ilimitada para hacer o deshacer. Ya sea siniestra o diestra, la mano es la reina de las extremidades humanas. Primero fue la mano prehistórica que se puso a jugar y acabó haciendo fuego. Luego vino Eva, la chica de Adán, que con su manita inocente cambió el rumbo de la historia. Pasaron los siglos y llegó Colón, y gracias a su mano las naves descubrieron un nuevo continente. También hay una historia no escrita de la vida y milagros del mundo manual. Me refiero a la mano negra; esa que mueve los hilos secretamente.
Por mi parte, te regalo mis greguerías. Quiero que las deposites una a una en tu mano, la cierres y al abrirla las greguerías habrán desaparecido para siempre.


936- La mano está cansada de estrecharse con el enemigo.

937- La timidez no saca las manos de los bolsillos.

938- Las rayas de la mano están conectadas con el más allá girando a la izquierda.

939- La punta de los dedos tiene un sentido táctil de la vida.

940- El pulgar y el meñique se unieron al fin.

941- El anular es el pusilánime de la mano.

942- El meñique se acicala para el te de las cinco.

Carmen Valero, la chica de la coleta que corría en el barro.

Los años 70 en España ya son historia. Series de televisión y testimonios varios reflejan un país que ahora provoca algo de risa, añoranza o un poco de pena, dependiendo de quien cuente la historia. Durante esa década el atletismo femenino tuvo a Carmen Valero Omedes como máxima figura. Lo de llamarse Carmen tiene su sustancia. De hecho, tenemos Carmen para todos los gustos: la Polo de Franco, Carmen Sevilla, Carmen Laforet, Carmen de Mairena… En lo de correr, hay una, grande y campeona: Carmen Valero. Nació en un pueblecito de Teruel, Castelserás, en 1955. Al poco tiempo sus padres, sus hermanas y ella emigraron a Cerdanyola, a 14 km de Sabadell. Entonces lo de emigrar era muy casero, por lo que la familia de nuestra corredora se plantó en una Cataluña próspera que acogía a buscadores de progreso de cualquier rincón. La interculturalidad con subsaharianos, pakistaníes y ecuatorianos no existía ni en la imaginación de las novelas del futuro. Los emigrantes éramos nosotros ( en la vendimia, en cadenas de montaje de los alemanes, haciendo las américas o de chachas en casas refinidas parisinas ).
En Cerdanyola la familia Valero se encuentra rodeada de naturaleza; donde hoy se hacen rutas de senderismo, ciclismo y actividades al aire libre, pues antaño el bosque era solo bosque. Unas amigas de la futura atleta le comentan que ellas están en un club de atletismo. Esa idea enciende la chispa y la niña le dice a su padre que la apunte en algún sitio para correr. El hombre no sabía por donde empezar. Corre el año 1968 y Carmen se planta en el Juventud Atlética Sabadell con unas zapatillas de la marca Victoria y al poco tiempo tiene su primera competición, la Jean Bouin. Sin embargo, hay un problemilla: no tiene ficha federativa, por lo que le dicen que va a correr con la ficha de otra niña ( una tal Teodora Rodriguez ). La noche antes de la prueba se repite a sí misma su nuevo nombre con impaciencia y temor. A la mañana siguiente y camuflada como Teodora consigue una novena posición y una copa. Ahí empieza su carrera y a partir de entonces sin usurpar la personalidad de nadie. En categoría juvenil se convierte en pupila de José Pro, un lobo de mar del atletismo. Luego, pasó a entrenarla Josep Molins, quien tenía una tienda de deportes en la cual acabó trabajando Carmen tras abandonar sus estudios.
En Cataluña hay una tradición de clubs muy arraigada y un buen ejemplo es el Juventud Atlética Sabadell. En su web hay una información detallada sobre su presente y su legado histórico. Y toda esa información la elabora con mimo Ricard Rof ( atleta, ex presidente, cronista y archivero de la entidad ), quien conjuntamente con Pere Melero escribieron un curioso libro sobre atletismo local: " Història de l´atletisme a Sabadell: 1914-1991 ". Estas iniciativas y personajes son esenciales en cualquier actividad humana porque permiten recomponer las piezas del pasado y contar de dónde venimos.
Carmen empieza a tomarse en serio los entrenamientos y se compra unas zapatillas de clavos de 500 pesetas y las va pagando a plazos de 25 pesetas al mes. Con 13 años va a entrenar en transporte público casi todos los días desde Cerdanyola a Sabadell. En una de esas entrevistas a figuras retiradas, nuestra corredora recordaba que vivía en la montaña y bajaba al trote hasta el autobus que la llevaba a Sabadell y luego desde la parada del fin de trayecto volvía a correr hasta llegar a la pista de entrenamiento. Con el tiempo, fue haciendo amigos y al tener la familia una panadería les invitaba a pasteles para que pudieran llevarla de vuelta a su pueblo. Esa manera de entrenar, sacrificada y dura, recuerda algo a los métodos de Percy Cerrutty, un gurú del entrenamiento que incluso inventó un término para resumir su método: stotan ( unión de estoico y espartano en inglés ).
La joven promesa se hace un nombre en categoría juvenil en Cataluña y como junior empieza a plantar cara a las féminas de su tiempo: Belén Azpeitia y Coro Fuentes, pioneras del atletismo femenino, pues a principios de los 70 estábamos instalados en un atraso histórico con respecto a Europa. De hecho la primera participación del atletismo femenino en un campeonato europeo fue en el de Helsinki en 1971, en el que además de Azpeitia y Fuentes, participó Josefina Salgado.
El primer triunfo importante llegó en 1970, cuando con 15 años la Valero venció en el Cross Internacional de Granollers. En categoría juvenil se hizo con dos campeonatos de España de cross en 1970 y 1971. Estaba claro que sus grandes éxitos iban a estar en el barro y no en la pista. De todas formas, no hay que olvidar que sus mejores marcas en pista ( obtenidas hacia la mitad de la década ) no tienen desperdicio: 2:04.12 en 800, 4:08.34 en 1500 y 9:00.9 en 3000.
Mientras Carmen Valero hacía historia en el atletismo, España vivía un periodo singular, la transición. Fueron años de atentados y de destape, de viejos republicanos que regresaban del exilio y curas de barrio, de golpistas y maoistas, nostálgicos y demócratas de toda la vida. Tras varias décadas ese tiempo es hoy ensalzado en la vitrina de la historia. Lo más gracioso de todo aquello fue cómo el españolito de a pie dejó de ser franquista en un curso acelerado y pasamos de carcas a progres en un plis plas.
En 1972, el año de la Olimpiada de Munich donde Mariano Haro hizo historia con su 4º en el 10000, la chica de la coleta, la Carmen de los corredores, participa en su primer campeonato del mundo de cross y consigue una 31º posición. Después vendrían las ediciones de 1973 y 1974, en las que obtuvo una 25ª y 9ª posición respectivamente. En el panorama nacional Carmen destaca sobre las demás y consigue que Adidas se haga cargo de las zapatillas y la ropa deportiva. Las becas estaban lejos, sobre todo para las chicas. No estaba claro que correr fuera asunto de mujeres. De hecho, en una de sus participaciones en el mundial de cross el seleccionador reunió al equipo femenino con una consigna muy clara: vosotras, las chicas, haced lo que podáis.
Llega 1975, el año en el que los niños se introdujeron en la medicina con los detallados partes médicos de las dolencias de nuestro Generalísimo, el que estaba en las monedas y mandaba por la gracia de Dios ( uno de los misterios que la chavalería tenía que desvelar ). Decíamos que llega el año 75; el campeonato del mundo de cross ( el antiguo Cross de las Naciones ) se celebra en Rabat. Carmen consigue un 3º y en la entrega de premios es tal su emoción que, rompiendo el protocolo, se pone a dar besos a los niños de la realeza marroquí. Estas cosas gustaban mucho a la prensa oficial ( y la única ), porque expresaban una idea: toda española lleva una madre dentro, incluso esas chicas que corren. En categoría masculina, José Luis González fue segundo en junior y Haro logró su cuarta segunda plaza consecutiva ( esta vez detrás del belga De Beck ).
En 1976 el país está en vilo. Se habla del camino hacia la democracia y los cantautores llenan plazas de toros con sus canciones de libertad. No hay dictadura, pero tampoco hay democracia. Teníamos, eso sí, el Marca, el Mundo Deportivo y el AS para contar las hazañas de nuestras glorias deportivas. El campeonato del mundo de cross se celebra en Chepstow ( Gales ) y Carmen obtiene su primera victoria, superando en 20 segundos a la soviética Tatyana Kazankina y en 37 a la italiana Gabriela Dorio. Por cierto, que Kazankina era entonces una leyenda de la pista;
un mito del atletismo que todavía ostenta una marca de 1500 de primerísimo nivel tras más de 30 años ( 3:52.47 ) y con un doblete en 800 y 1500 en la Olimpiada de Montreal de 1976 ( cita que contó con Carmen Valero como la primera atleta española en participar en unos juegos, donde fue eliminada en series en 800 y 1500 ). En aquel periodo, los atletas soviéticos y del bloque comunista gozaban de un gran reconocimiento. Con el tiempo, la imagen se fue deteriorando. De hecho,la propia Kazankina se negó a someterse a un control antidopaje en 1984 tras vencer en un 5000. Vamos, que la Carmen de la coleta derrotó a toda una soviética. Así ocurrió de nuevo en el mundial de cross de 1977 doblegando a Lyudmilla Bragina. En aquella edición ( nada menos que su segunda victoria en un mundial ), mereció una recompensa y le dieron 100.000 pelas. Lo de humillar a las soviéticas impactó a los dirigentes del Kremlin y en el 77 la invitaron a un stage para conocer de cerca las claves de su éxito. Ese mismo año Carmen cambia de club y pasa a militar en las filas del C. N Barcelona.
En 1977 Carmen Valero llega a la cúspide de su carrera. Es un momento en el que el atletismo femenino tiene figuras emergentes como Marita Koch pero todavía no compite en igualdad de condiciones con el atletismo masculino ( ejemplo de ello es que el maraton en las olimpiadas no se incorporó hasta Los Angeles 1984, venciendo la americana Joan Benoit ). En aquel 77 el fondo mundial está todavía dominado por los europeos, ingleses preferentemente. Aparecen corredores de Kenia que empiezan a romper la hegemonía del viejo continente. Era un aviso de lo que vendría después. El caso de Samson Kimombwa es notable. En los 10000 m bate el record de un inglés que corría con calcetines rojos, Dave Bedford. Kimombwa detiene el crono en 27:31.47. Los periodistas le preguntan sobre sus sensaciones tras conseguir todo un record del mundo. El keniata está confundido porque no
entiende que haya logrado la mejor marca de todos los tiempos cuando uno de su tribu corre mucho más que él.
Si fuéramos un país civilizado deportivamente aquella jovencita con aspecto de buena chica estaría hoy presidiendo algún organismo de renombre. Pero somos lo que somos y Carmen Valero continua trabajando en una oficina bancaria y se acuerdan de ella los cuatro friquis a los que les gusta el atletismo y su historia. Y la verdad es que la chica tuvo hasta suerte porque en los 70 muchos excelentes atletas acabaron en una cierta marginalidad laboral, pues no existía eso de los programas para deportistas de élite. Los pobres lo habían dado todo por el deporte y su país era incapaz de reconocer su entrega. Sin duda hemos avanzado, aunque a día de hoy un dolor en la rodilla en un partido amistoso de los futboleros tiene más eco mediático que un record nacional de 1500.
En 1978 nuestra atleta no logra subirse al cajón en el mundial de cross y obtiene una 10º posición. Venció Greta Waitz, aquella noruega que reinó en el cross y en el maraton durante algunos años y que falleció en abril de 2011.
Ser mujer, atleta, joven y triunfadora en los 70 suponía unas dosis de notoriedad, por lo que Carmen recibe premios y galardones de todo tipo. Si el aficionado se pone a buscar en las hemerótecas de los diarios deportivos se puede encontrar una curiosidad: los periodistas no saben muy bien cómo entrevistar a una atleta y le hacen preguntas como si fuera una vedette ( se cansa usted mucho en las competiciones, cambiaría usted este triunfo mundial por ser miss mundo …). En esas entrevistas se detecta un lenguaje y estilo arcaico; algo que nos provoca ternura, pero que en realidad manifesta que aquella España tenía unas dosis de cutrez considerables. Seamos sinceros, éramos unos catetos graciosos.
Su doble triunfo en el mundial de cross es presentado como el máximo logro nacional en esta modalidad. Es verdad a medias, porque en 1946 y 1947 Rafael Pujazón se proclamó vencedor en el Cross de las Naciones ( el equivalente al mundial actual ). Y por qué muy pocos lo saben. Pues porque Pujazón había nacido en Campillo, un pueblecito de Huelva y tras emigrar a la elegante Francia se nacionalizó francés y se convirtió en franchute. Los vecinos de los Pirineos lo recuerdan como Dios manda: con su polideportivo, con su cross y esas cosas. Un detalle para la historia: era de origen humilde pero no tonto y cambió lo de Rafael por Raphael.
Estamos en 1979 y la chica que corre en el barro y recoge premios se casa en la ermita de San Feliuet con un mediofondista ( José Antonio Mellado ), que luego se convierte en su entrenador. En 1981 decide retirarse para ser madre a tiempo completo. Trascurren tres años y vuelve a la competición. No regresaron los grandes triunfos, aunque en 1986 logró otro campeonato nacional de cross, así como el nacional de 5000. El palmarés de la Valero está bien surtido; tanto que los estadísticos del atletismo ( una especie muy curiosa en el sector ) la situan como la número uno de la historia del atletismo femenino del siglo XX en España. En 1987 tiene un desencuentro con la Federación Española y no es convocada para el mundial de cross de Polonia. Curiosamente, ese mismo año la IAAF le ha entregado la medalla de oro por su trayectoria.
La chica de la coleta con aspecto inocente se corta el pelo en los 80. La estética, las costumbres y la mentalidad dan un cambio importante en la nueva década. Un ejemplo tonto es el del patrocinio en los dorsales: en los 70 se llevaba la palma Anís Castellana o Cola Cao y en los 80 vinieron entidades más refinadas: Xerox o Larios. Lo castizo y casposo se viste de moderno y en el atletismo sucede algo parecido. Se entrena con método y con medios, hay dinero y programas y ya no se habla de la clase de gimnasia, ahora es educación física. Carmen Valero se retira en la última recta de los 80, cuando ya se repiraba el espíritu olímpico de Barcelona 92.
Como lo de la carrera se lleva en la sangre, Carmen Valero no ha dejado nunca de ponerse las zapatillas. En 1999 participó en el maraton de Nueva York con un tiempo de 3 h y 13 minutos. Sigue vinculada al atletismo y está en la junta directiva del C. N Sabadell. En 2008 se presentó sin éxito a la presidencia de la Federación Catalana de Atletismo. Es una veterana rockera de la carrera a pie y en más de una ocasión ha expresado su repulsa hacia el dopaje. Los deportistas de raza no comprenden a los tramposos y sienten rabia y pena por ellos. Los catalanes expresan con la palabra seny la idea de unos valores basados en el sentido común. Hemos evolucionado en muchos órdenes y uno no cree que cualquier tiempo pasado fuera mejor. Sin embargo, con el tema del dopaje hay muy poco seny. Así lo cree la chica de la coleta que corría en el barro, nuestra Carmen.































jueves, 6 de diciembre de 2012

Alain Mimoun: la sombra de Zatopek


Si hablamos de Ali O´Kacha y que nació en El Telagh ( Argelia ) el 1 de enero de 1921 es probable que el lector no sepa si hablamos de atletismo, de un líder musulmán o algún luchador exótico. En realidad, hablamos de atletismo y del bueno; exactamente estamos mencionando a uno de los grandes, Alain Mimoun. Con eso de que Argelia pertenecía a Francia y que algunos colonizados quieren identificarse con el colonizador, O´Kacha pasó a llamarse Mimoun, quien ha pasado a la historia como la sombra de Zatopek.

Emil Zatopek, la locomotora humana, logró innumerables gestas; la más destacada consistió en lograr el oro en 5000, 10000 y maratón en una misma olimpiada, Helsinki 1952. Desde 1948 en la olimpiada de Londres hasta la de Melbourne en 1956,Zatopek brilló por encima de todos.Tras él, llegaba Alain Mimoun como si tuviera reservado el segundo lugar,como si el destino les hubiera unido.

La carrera atlética de Mimoun fue muy larga; desde 1947 hasta 1966, cuando ganó el último campeonato de Francia de cross. Y eso que estuvo a punto de quedarse lisiado, pues en la batalla de Montecassino en febrero de 1944 fue herido en la pierna izquierda y los médicos estuvieron a punto de amputársela. Su estancia en el ejército se prolongó durante 7 años, coincidiendo con dos periodos olímpicos que no se celebraron por la ll Guerra Mundial, 1940 y 1944.

Tras la guerra mundial, el joven Mimoun se incorporó a la vida civil y se hizo camarero ( los franceses, más finos, le ponen el nombre de garçon de café ) en el Racing Club de France. Lo de las terrazas y las bandejas para los clientes parisinos no debió entusiamarle y decidió tomarse en serio eso de entrenar. Han pasado muchos años y sus marcas todavía lucirían en más de un campeonato: 14´07.58 en 5000 mts y 29´13.4 en 10000 mts.

Hablar de un atleta es arrinconar la metáfora y exponer datos. Las victorias y registros de Mimoun no tienen desperdicio: tuvo en su poder los records de Francia de 2 y 3 millas, de 5000,10000 mts y de la hora ( en total tuvo 32 records de Francia ).Desde 1947 hasta 1956 venció en el 5000 y 10000 del campeonato francés.Conquistó 4 veces el antiguo campeonato del mundo de cross (1949, 1952, 1954 y 1956 ). Participó en cuatro olimpiadas, cosiguiendo tres
platas( 10000 de Londres 48 y 5000 y 10000 Helsinki 52 ) y un oro en la maratón de Melbourne 1956. Con aquel oro dejó de ser la sombra de Zatopek, quien llegó en 6º. Mimoun no estaba inicialmente inscrito para la maratón. Había corrido el 10000 quedando en un discreto 11º. Se puso en contacto con la delegación francesa y solicitó formalmente participar en la maratón. Le dijeron que estaba loco, que no se había entrenado para los 42 km y 195 mts y que ya estaba un poquito mayor. El asunto es que Mimoun se puso pesado y logró convencerles. Participó con el dorsal número 13 y con un pañuelo blanco en la cabeza para aplacar una temperatura de 38º. El día anterior recibió una noticia esperada; había nacido su hija y la llamó Olympia. Aquella carrera estaba prevista para la gloria de Alain Mimoun; venció en 2 h 25:00 y, lo más llamativo, no bebió ni una gota de agua. Una locura que le salió bien. Esperó a que el checoslovaco Emil Zatopek llegara a la meta y con un encuentro que el viejo corredor francés todavía rememora cuando cuenta sus batallas (supongo que todos haríamos lo mismo): " Emil, no me felicitas.Soy el campeón olímpico ".Emil se quitó la gorra e inclinó la cabeza, mostrando su respeto al vencedor. En más de una ocasión Mimoun ha dicho que aquel momento fue el mejor de toda su carrera.

Aquella olimpiada de Melbourne tiene muchas historias jugosas. Como el COI sólo reconocía a la Alemania occidental, las dos Alemanias compitieron juntas; volviendo a hacerlo en Roma 60 y Tokio 64. Sin embargo, la gran polémica llegó con el enfrentamiento para el oro en waterpolo entre Hungría y la URSS. Los soviéticos habían invadido Hungría con sus tanques y la venganza húngara se celebró en la piscina con un contundente 4 – 0. Mimoun tuvo su momento histórico en aquella lejana olimpiada de 1956 y en un caluroso día de diciembre en el verano austral; en una urbe con una premisa muy anglosajona: un cuarto de acre de casa, de jardín y de piscina para cada familia. La Melbourne de 1956 mostraba al mundo su modernidad mientras los aborígenes australianos vivían marginados y en reservas ( por todo aquello Australia pidió perdón oficialmente en 2007 ).

Una de los grandes carreras del pequeño Mimoun puede rescatarse si nos zambullimos en el tunel del tiempo de you tube y regresamos a la final de 5000 de Helsinki. A falta de una vuelta, el inglés Chataway y el alemán Herbert Shade se ponen en cabeza, tercero Mimoun y cuarto Zatopek. El checo queda un poco descolgado pero, alentado por el clamor de las gradas que corean su nombre,
pone la quinta velocidad a su locomotora y deja sentados al alemán y al inglés Chataway que se cae a falta de 150 mts. Sólo le sigue un Alain Mimoun que cruza la meta en segunda posición. Aquel 5000 de hace más de medio siglo recuerda a otro, el de 1976 en Montreal, cuando Lasse Viren cruza la meta mientras dos neozelandeses y un barbudo se peleaban por la plata y el bronce.

Alain Mimoun se acerca a los 90 años y hay noticias que hasta los 81 corría 15 kilómetros diarios. Su historia se puede seguir en las crónicas de los viejos periódicos y en los blogs y foros de atletismo de nuestros días. Todavía tiene buena planta y frecuenta las pistas con un entusiasmo vehemente que nunca le abondona. Ha pasado a la historia como el gran fondista francés del siglo XX, como el eterno segundo, como la sombra de Zatopek que, en una ocasión, se convirtió en sol.


 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

925- El académico dio la extremaución a la palabra moribunda.


925- El académico dio la extremaución a la palabra moribunda.

926- Los diptongos monosilábicos anhelan el desenfreno poético.

927- La lluvia tras los cristales aclara el jabón de la melancolía.

928- El discurso  oficial se flagela con relatos guarros al llegar la noche.

929- Las malas intenciones sacan a bailar a las buenas chicas.

930- El aparato eléctrico se quedó sin su abuelo manual.

931- La semilla a veces se pone alegórica, pero se le pasa.

932- Cuando alcanzó la gloria, la congeló.

933- Después de 3586 repeticiones la mentira pierde sus propiedades y se convierte en verdad.

934- El evento se alimenta de pequeños instantes.

935- El glamour bosteza con los aires vulgares.

Sí, la opresión


La opresión
( sí, la opresión )
tiene alguna ventaja.
O te rebelas contra ella
peleando con ahínco
o te resignas
con alguna excusa plancentera.
No hay más.

El problema
es que la opresión
ha aprendido, no es tonta.
Ahora es refinada, amigable.
Continua siendo letal
pero evita aquella imagen de antaño
aquel estilo brutal.
Ha ido a la universidad, ha viajado
y no quiere mancharse las manos
porque no hace falta.

Si es posible oprimir y humillar
cómodamente
tomando un cocktail en el hall
para qué se va a ensuciar
alentando venganza
alimentando al humillado.

Una careta


Es posible
crear una careta
de ti mismo
empezar a hablar
con palabras prestadas
repetirlas una y mil veces
y convertirte en otro
para siempre.

Es posible
mirarte a la cara
construir un personaje
a tu medida
pasear con él con elegancia
debatir, luchar
ser un guión
con aire convincente
y no descubrir jamás
quién eres.

martes, 4 de diciembre de 2012

Greguerías al pelo


Un simple pelo se junta con otro y otro. A partir de unos cuantos miles empieza el desenfreno. Los tipos finos prefieren el  flequillo, los inestables el cabello ondulado, los de centro se hacen la raya en medio. Cada rasgo humano se camufla a través del cabello. Para ello es necesario un peluquero alquimista y un candidato para dejarse tomar el pelo. Y los calvos, qué hacemos con ellos. Nada, que se queden en el desierto capilar.

914- Nuestro cabello nos recuerda la parte vegetal de los humanos.

915- El pelirrojo tiene mucha melanina pero nadie se lo reprocha.

916- La cana es la abuelita del cabello.

917- Los peluqueros tienen pelos en la lengua.

918- La peluquera soñó con un Sansón salvaje en el lavacabezas.

919- El flequillo y la trenza se aman platónicamente.

920- El cepillo tiene alma de domador.

921- El cabello ondulado se inspiró en una montaña rusa en la primavera parisina.

922- A la permanente no le gusta el cambio.

923- Al final de la historia Dalila se hizo peluquera de caballeros.

924- El moño es la pirámide del cuerpo humano.

Greguerías a los zapatos


Los zapatos son los únicos objetos que se mueren juntos. Su vida no es fácil. Soportan a los sibilinos calcetines, a dueños enemigos de la higiene, pisotean excrementos, charcos, e incluso los chicles de fresa quieren pasear con ellos. Como toda vida dura y abnegada, el zapato tuvo su momento  mágico con la Cenicienta. Aquella bonita historia le hizo creer al pobre que otro mundo era posible. Y esa hermosa melancolía le ha consumido. Para sobrevivir juega a las tiendas, principalmente en rebajas. La greguería tiene su corazoncito, por lo que ha decidido ocuparse de un zapato y del otro también, para que nadie se enfade.

908- Aquellas huellas le llevaron a un cementerio de zapatos.

909- El zapato rebelde quiere estar solo.

910- El zapato hipócrita cambia sus huellas al girar la esquina.

911- La zapatilla puso los codos hasta que consiguió un sonoro zapateado.

912- La asamblea de zapatos expulsó al zapato del cojo.

913- Caminante no hay zapatos sino tierra por pisar.