jueves, 18 de febrero de 2016

Greguerías de febrero


A la greguería lo que más le gusta es que hablen de ella. Su estado natural es la pereza, una postura idónea para fijarse en las olas que van y vienen, en las nubes danzarinas y en el ajetreo diario de las hormigas.

La greguería es una mezcla de ser y no ser, que no es exactamente igual que lo del ying y lo del yan. La greguería es literatura pero al revés. Es de aquí pero también de allá. Es ilógica pero tiene sentido. Está algo aburguesada aunque en el fondo es una obrera de espíritu humilde.

La greguería quiere explicarse pero no le sale o no quiere o vaya uno a saber. Y por ello, viene a visitarme de vez en cuando para que le de una mano.

1821- El poeta histriónico lee con lupa para que las palabras lleguen antes al cerebro.

1822- Los hombres de la prehistoria se entretenían dibujando petroglifos cuando terminaban su jornada de caza.

1823- Cuando el esclavo se mira al espejo ve a su amo sonriente.

1824- Algunas personas son travestis disfrazados de personas normales.

1825- La burocracia y la contabilidad fueron tentadas por el dios del dinero.