La libertad es como el agua
cuando no hay
matarías por un sorbo
y cuando la tienes
se evapora o se congela.
Así, con el desdén de nuestros días
nos quedamos lamiendo gotas azucaradas
que si mar o montaña
con hielo o sin
tribuna o general.
Por lo demás
veo cada día
el desfile sonriente
de los niñatos del sí señor.
Los de toda la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario