Los machos menos aptos
sacan pecho con sus versos
y las hembras les cubren
de mimos y besos.
Los niños raros
juegan con escarabajos
y las abuelas sonríen
mirando sus ojos como platos.
Los perros sacan a pasear
a los vagos de sus amos
y las vecinas alimentan
a los salvajes gatos.
A pesar de ello
vendrá al trote
un ejército de hombres normales
y te dirán
con su odio perfecto
cómo debe ser el mundo
cómo tienes que respirar.
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