La gente es muy inocente y cree que el viento es aire que se mueve de aquí para allá. Esta es la versión oficial, pero la realidad es muy distinta. Se trata de un ser caprichoso y voluble. Tiene grandes amigos, como los navegantes, las gaviotas, los cometas o los molinos. También tiene enemigos, especialmente los sombrereros y las peluqueras. A pesar de sus filias y fobias, nunca falta en las fiestas de cumpleaños. Se dedica a moverlo todo, pero no tiene manos. Su soplido no se ve, pero se siente. Separa el grano de la paja y trae sonidos, olores y rumores de todas las latitudes. En otoño se alía con las hojas de los árboles y en verano da fresquito.
1871- Los dioses del viento celebran su cumpleaños a miles de kilómetros.
1872- Quien no sabe lo que quiere busca al viento para que lo lleve a algún sitio.
1873- En las noches de tormenta el viento sopla con mala intención.
1874- El viento es una metáfora que sopla.
