domingo, 17 de marzo de 2013

Greguerías al surrealismo


Las tardes de domingo en las que la ciudad no está viva ni muerta, la greguería sale de paseo. En su deambular, observa cómo las sombras rompen sus principios y el aburrimiento alcanza el frenesí. Incluso los fantasmas se visten de personas para que la apariencia mantenga la compostura. Todo forma una vivencia casi inenarrable, cercana al éxtasis de la locura. Esas tardes de domingo son el baño de libertad de la greguería.

1104- La lógica fue acribillada a besos en su primera incursión en el mundo onírico.

1105- La ficción y la realidad se dan un revolcón en la cueva del surrealismo.

1106- Por debajo de la realidad hay raíces que conectan con realidades vacías.

1107- En la mesa de operaciones las entrañas alcanzan el éxtasis.

1108- La materia se hace metáfora en el surrealismo.

1109- Los relojes blandos hacen la siesta en el verano andaluz.

1110- El girasol es un contador de cuentos vegetales.

1111- El objeto inútil sueña inmóvil en las calles del rastro.

1112- El nombre de las cosas quiere irse de ellas pero no le dejan.

1113- El deseo se acaba comiendo el plato entero de la razón.

1114- El maniquí es el único objeto vivo.

1115- Los arcos del puente atraviesan el río a saltos.

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