Me gustan los verdaderos perdedores
aquellos que eligen el fracaso
ante la alternativa de un juego estúpido y tramposo.
Me gustan los perdedores sin fisuras
sin coartadas ni lamentos
porque en la derrota encuentran su dignidad.
Me gustan los perdedores
que llevan la bandera de la derrota
hasta la victoria.
Excelente, Javier.
ResponderEliminar