domingo, 25 de noviembre de 2012

Greguerías a la Edad Media


Comemos, trabajamos, descansamos. Esta es la pauta, la rutina de los humanos. Escudriñando en la historia he encontrado el remoto origen del orden de la civilización: el ora et labora de San Benito. La idea de ese señor consistía en organizar ( como dios manda ) la vida monacal. Se empezó poniendo orden en las cosas del monasterio; luego la idea se extendió a los castillos, los ayuntamientos, los gremios, los grandes almacenes, hacienda. Y ahora cada cosa está en su sitio, pero nadie lo plasmó de manera tan precisa como el patrón de Europa, Benito de Nursia. Un tipo de la Edad Media que sabía latín. Y el lector se preguntará qué haría el espíritu de la greguería en un monasterio donde cada cosa está en su sitio y cada minuto pertenece al ora o al labora. Pues se moriría de pena o de asco, porque la desenfadada greguería es una herejía de las palabras y no tolera que nadie la ponga en su sitio.

895- Lo sobrenatural se inyecta en dosis divinas.

896- La fe es el barniz permanente de la religión.

897- El más allá es la gran maqueta de la eternidad.

898- Lo inmutable es la plastilina mediaval.

899- El abad es el capataz del monasterio.

900- El ascetismo es el deseo de flotar divinamente.

901- En las puertas del cielo requisaron el anillo del obispo.

902- El misterio religioso tiene a la catedral como piso piloto.

903- Las piedras de la catedral permanecen en silencio, pero en latín.

904- El espíritu de los juglares se ha instalado en el metro interurbano.

905- Los efectos especiales se sirven del exorcismo para dar algunos sustos.

906- A lo tonto a lo tonto la herejía va cogiendo kilos.

907- El fuego purificador de la Inquisición expide los pasaportes del dogma.

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