martes, 15 de enero de 2013

Greguerías a las alcantarillas


Así como el cuerpo humano tiene riñones para eliminar residuos, las ciudades tienen alcantarillas. El decorado urbano es un gran puzzle donde ricos y pobres conviven a escasa distancia, estando separados por sutiles fronteras. Da igual que la ciudad tenga parcelas, parques, suburbios o zonas oscuras. No importa, porque la gran maqueta tiene en sus entrañas sombríos senderos que distribuyen nuestras sobras a través de conductos inmundos; lugares perfectos para historias siniestras o colonias de ratas felices. El aspecto inhóspito del alcantarillado no le resta grandeza. De hecho, es uno de los mejores inventos de la humanidad, aunque la pomposa historia no le dedica ni unas breves palabras.
Hay otras realidades que también permanecen ocultas y que son imprescindibles para un correcto devenir del género humano: los sueños, los olores, el deseo oculto. En pocas palabras, lo que no se ve a pesar de estar delante o bajo nuestros pies.

1019- Las meadas beodas de madrugada se citan en las alcantarillas.

1020- El poeta maldito hizo un viaje melancólico  por las alcantarillas.

1021- Las alcantarillas tienen una dieta pobre en vitamina C.

1022- En realidad las ratas están preparando el desfile de la victoria.

1023- El retrete se fue a vivir, por fin, a su alantarilla favorita.

1024- Las fábulas urbanas ponen punto y final con la tapa de la alcantarilla.

1025- El estilo alcantarilla se burla del glamour.

1026- Cuando el olfato visita las alcantarillas comprende mejor a las personas.

1027- Aquella solitaria tapa de alcantarilla succiona los versos perdidos de la noche.

1028- Algunas alcantarillas llevan una doble vida, por lo menos.

1029- Las alcantarillas  intiman secretamente con las capas geológicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario