martes, 8 de enero de 2013

Greguerías a los hipopótamos.


Los diferentes animales que habitan en el río tienen algo en común: saben que el jefe supremo es el hipopótamo. Cada animal tiene una relación con el gordo y gruñón mandatario. Unos le ayudan a lavarse los dientes, otros le rascan y los hay que amenizan las tardes con movimientos rítmicos. Todos le sirven con miedo y con una sonrisa forzada, porque saben que en cualquier momento el gran jefe puede abandonar sus hábitos vegetarianos con cualquiera de ellos. Así, llevan toda la vida esclavizados en el río; un lugar hermoso donde el sol quiere retirarse cuando se jubile. Y lo más curioso es que el hipopótamo no deja de engordar porque sus colaboradores  hacen todo el trabajo por él. Por este motivo no sale prácticamente del agua en todo el día, por lo que las estilizadas jirafas se parten de risa cuando el orondo mamífero se dispone a dar su paseo diario. Esta situación es insostenible y la rolliza bestia está sumida en la envidia, la dejadez y la melancolía.
La greguería querría ayudar ante una situación tan penosa, pero no lo va a hacer porque tiene alergia a los mosquitos de la selva y prefiere quedarse en la gran ciudad, su espacio natural; el lugar donde las palabras se comen unas a otras sin dejar heridas mortales.

1019- Al hipopótamo le da vergüenza ir a la playa en verano.

1020- En las fiestas selváticas el hipopótamo controla la puerta de entrada.

1021- El hipopótamo está encasillado en las fábulas de la selva.

1022- El hipopótamo es uno de los flotadores más peligrosos del río.

1023- Los zoólogos se preguntan por la afición de los hipopótamos por los tratamientos fluviales.

1024- Los malos dietistas buscan la inspiración en los hipopótamos.

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