"Yo correría en una isla desierta " Steve Ovett

La lista de mediofondistas de gran talento de finales de los 70 y principios de los 80 es memorable: Mike Boit, Steve Scott, Eamonn Coghlan, Thomas Wessinghage, Sidney Maree, John Walker, José Luis González, Steve Ovett, Sebastian Coe... Sin embargo, nos vamos a centrar en uno de ellos. Inglés, excéntrico, poco amigo de la prensa y, sobre todo, genial en la pista: Steve Ovett.

Nació en Brighton en octubre de 1955 y desde los 13 hasta los 18 años batió varios records británicos de 400 y 800 metros y en los campeonatos ingleses de cross de adolescencia se paseó con rotundas victorias. El atletismo fue su pasión, por lo que decidió abandonar los estudios de Bellas Artes. Su primer éxito internacional llegó en el Campeonato Europeo del 74 en Roma, donde quedó 2º en 800. Por aquel entonces Ovett llevaba unas greñas de hippy y en pocos años lució una incipiente calva.

Su primera participación olímpica llegó en Montreal 1976. En 800 quedó 5º (1º Juantorena, quién conquistó el oro también en 400 ).En 1500 cayó en semifinales. Ahí adquirió experiencia y desde el 1977 hasta 1980 ganó 45 carreras consecutivas de 1500 o de la milla. En 1978, venció en el 1500 del Europeo de Praga al más puro estilo Ovett: saludando y sonriendo a la grada en la última recta, mientras sus rivales le seguían desencajados ( en esa carrera Coghlan quedó 2º y Moorcrof 3º ). La costumbre de saludar al público en la recta final fue criticada por la prensa y por algunos atletas, que le acusaban de arrogante y prepotente. Ovett no se defendía de los ataques, sólo decía que estaba muy contento y lo expresaba de esa manera. En una ocasión lo del saludo efusivo le salió fatal, ya que iba tan confiado en su victoria que se le coló en el último metro del 5000 un irlandés, John Tracy ( 2º en el maraton de la olimpiada de Los Ángeles 84 ).

En el verano de 1978 se enfrentó a una leyenda, Henry Rono ( quien ese verano batió los records mundiales de 3000, 3000 obstáculos, 5000 y 10000 mts ). El fondista inglés Brendan Foster había dicho que nadie podría batir a Rono. Llegó el duelo Ovett – Rono en la distancia de 2 millas. Rono intentó irse desde el principio. Le seguían el polaco especialista en obstáculos Malinowski y Ovett. El polaco se queda descolgado a falta de dos vueltas. Última vuelta y Rono va en cabeza con el de Brighton a su espalda. Llega otro momento del Ovett puro: cambio de ritmo a falta de 200 metros dejando atrás a todo un Henry Rono que no tiene fuerzas para seguirle. En esa carrera se batió el record mundial de las 2 millas ( 8’ 13:51 ).

Llegó la Olimpiada de Moscu de 1980 y la prensa mundial presentó el gran evento Coe versus Ovett. A lo largo de sus trayectorias se enfrentaron en pocas ocasiones: un par de veces en campeonatos escolares, en el europeo de Praga, en Moscu y Los Ángeles 84. En Moscu 1980 el mundo estaba en plena guerra fría y los soviéticos acababan de ocupar Afganistán. Los ingleses eran guiados por doña Margaret Tatcher, la dama de hierro que en el 82 acabó con los argentinos en la guerra de las Malvinas. Gran Bretaña en 1980 tenía mucho de gran imperio y el montaje mediático sobre los dos mediofondistas tenía su atractivo. Coe representaba al chico bueno y Ovett al malo. Coe era amable con la medios, muy formal y con un padre y entrenador que imponía un toque muy rotundo a sus planteamientos atléticos ( " el primero es el primero y el segundo no es nadie " ). Por el contrario,Ovett era distante con la prensa, provocador ( corrió un montón de veces con una camiseta roja de la Unión Soviética y no estaba claro si detrás de eso podía estar la KGB ) y con un entrenador,Harry Wilson, un asceta del atletismo, uno de esos personajes secundarios que permiten que otros pasen a la historia. Maestro y discípulo se encontraron cuando éste tenía 16 años. Harry Wilson murió en 1999 a la edad de 72 años y se lo encontró muerto su pupilo Ovett cuando fue a visitarle a su casa. Wilson, que a su vez se inspiró en el legendario entrenador de Herb Elliot ( oro en el 1500 de la Olimpiada de Roma ), Percy Cerutty, ha dejado un libro muy recomendado entre los entrenadores británicos: " Running my way ". Volvamos al gran duelo de Moscu. Coe es el favorito en el 800, pero Ovett vence con uno de sus cambios de ritmo perfectos a falta de 150 mts. Ovett parece imbatible en 1500; sin embargo ganó Coe y Ovett quedó 3º. En el podium del 800 se ve a un Coe cabreado y dolido por su plata. Eso es muy de Coe. En cambio, el estilo de Ovett es diferente. Ovett lo que quería es disfrutar corriendo y ganar. En una entrevista en sus tiempos de atleta lo dejó muy claro: " yo correría en una isla desierta ". Coe continua siendo el hombre de éxito, liderando Londres 2012, bien peinado, correcto y elegante. En cambio, Ovett se ha puesto gordo, vive en Australia y trabaja como comentarista en la televisión. En varias fuentes he leido una misma anécdota que refleja muy bien la personalidad de Ovett. Cuentan que su hija Alex, un día llegó a su casa toda enfadada porque en el colegio los alumnos estuvieron discutiendo sobre la figura de un campeón olímpico que se llamaba igual que su padre y la niña afirmaba que no podían coincidir con el nombre. La cuestión es que su hija Alex no sabía nada de la historia de su padre en Moscu.

Steve Ovett fue el rey entre 1977 y 1981 y así lo acredita el ranking de la revista americana Track and Field. En el 82 se lesionó y en el 83 volvió a batir el record del mundo de 1500 ( 3´30:77 ). Los apóstoles de Ovett le veneran por sus cosas raras. Una de las favoritas tiene su miga: tras vencer en una de sus carreras, las cámaras le enfocan y Ovett hace un gesto extraño; mientras sus críticos decían que estaba bendiciendo a sus rivales en plan chulo, Ovett dijo que no, que le estaba diciendo a su novia Rachel que la quería mucho con las siglas de " I love you " ( I L Y ). Como apóstol que es uno, me quedo con una imagen; la del Ovett que bate por dos veces el record del mundo de la milla ( 3´48:80 y 3´48:40 ). En las dos carreras corrió solito los últimos 600 metros, atravesando la meta sonriente, como si acabara de hacer un rodaje de una horita y estuviera contento. Después da la vuelta de honor y se para a firmar autógrafos de los chavales.Ese es el Ovett que a mi me gusta.

En el 89 se retiró y se fue a Escocia y luego a Australia donde vive con Rachel y sus cuatro hijos ( uno de ellos se llama Freddy y tiene buenas marcas en mediofondo ). Hizo un poco de triatlon y se lesionó dándose un castañazo con la bici. Es comentarista,vive apartado de la fama y ayuda a causas benéficas sin hacerse mucha publicidad ni darse importancia. En las fotos de antes y en las actuales se repite una imagen que refleja el espíritu de Ovett, un hombre feliz que supo disfrutar con la carrera a pie. Lo dijo en una ocasión cuando le preguntaban sobre las marcas: " los records no me importan mucho, correr es una cuestión de personas, no de relojes ".