miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sí, la opresión


La opresión
( sí, la opresión )
tiene alguna ventaja.
O te rebelas contra ella
peleando con ahínco
o te resignas
con alguna excusa plancentera.
No hay más.

El problema
es que la opresión
ha aprendido, no es tonta.
Ahora es refinada, amigable.
Continua siendo letal
pero evita aquella imagen de antaño
aquel estilo brutal.
Ha ido a la universidad, ha viajado
y no quiere mancharse las manos
porque no hace falta.

Si es posible oprimir y humillar
cómodamente
tomando un cocktail en el hall
para qué se va a ensuciar
alentando venganza
alimentando al humillado.

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