jueves, 18 de abril de 2013

Greguerías al no.


Los tipos sofisticados y amantes de las ideas orientales se inclinan por la cosa del yin y el yang. Yo me decanto por el clásico sí y no, el de toda la vida. Y si tengo que elegir uno de los dos, me quedo con el no. El sí, en realidad  no sabe decir que no; es un calzonazos con espíritu de esclavo. En cambio, el no planta cara y dice que no y no lo saques de ahí. El no es salvaje y huye de los domesticadores vocacionales. Sólo hay una cosa que me disgusta del no, cuando dice no puedo. Sí que puede, pero le gusta llevar la contraria. Voy concluyendo y rotundamente digo no.

1193- La negación necesita lavar su imagen.

1194- El no verdadero es más cierto que el sí falso.

1195- El no vital en el fondo dice que sí.

1196- El no consiguió un empate técnico con el sí.

1197- No, luego no digas que sí.

1198- No te fíes del no sin mirarle a los ojos.

1199- Me temo que lo del no y el sí acabará en un duelo al amanecer.

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