domingo, 21 de abril de 2013

Greguerías a la normalidad



Los individuos más peligrosos son los que ondean la bandera de la normalidad. El proceso es bastante simple. Ellos van con sus trapos y sus palos y los colocan estratégicamente. Ahí se quedan con su aspecto inocente. Pasa el tiempo y las banderas echan raíces, convirtiéndose en inamovibles. Y claro, si alguien tiene la ocurrencia de colocar otra, pues no es posible, ya que cada rincón está ocupado por normalidades de todos los colores y tamaños.
Hasta ahora el secreto de la normalidad había permanecido oculto. Por ello, doy un primer paso y, a sabiendas de que mi vida corre un gran peligro, yo clavo la bandera de la greguería; la única capaz  de destronar los reinos totalitarios de la normalidad y aniquilar al peligroso ejército de mercenarios normales.
 
1200- Los lunes quieren convertirse en viernes pero la normalidad no lo permite.
 
1201- La sutileza fue atropellada por la apisonadora de la normalidad.
 
1202- La ecuación de la normalidad está encerrada en una caja fuerte en el fondo del mar.
 
1203- El conector lógico es el eslabón de la normalidad.
 
1204- Cuando la normalidad se mira al espejo un rictus forzado aparece en el rostro.
 
1205- Aquel discurso estuvo a punto de normalizarme.

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